LA LLAMA VIOLETA: FUEGO SAGRADO DE TRANSMUTACIÓN



La meditación y movimiento dentro de nuestro más íntimo ser, provee la experiencia de que Dios vive dentro de nosotros como una energía, una luz, una conciencia con la que se puede contactar y adueñar. Dios como energía es nuestro máximo anhelo, según analizamos nuestra situación en tiempo y espacio. Estamos en el momento de la más grande revolución jamás conocida. No se necesita una gran percepción para leer lo escrito sobre la muralla de eventos, en toda nación. Leemos los periódicos.  Miramos aquí y allá. Y hay día en que preferiríamos no mirar.

Hay un temor muy profundo, un temor de algo que el alma conoce a niveles subconscientes, pero que no es capaz de encarar en la mente consciente. Es un temor de sucesos venideros. Tememos salir de la penumbra de una memoria anticuada; el alma despierta de un pasado traumático, y un futuro más traumático aún. Y a causa de que no permitimos que esto emerja, tenemos naciones en insomnio, desórdenes mentales y emocionales, fallas de corazón y enfermedades terminales.

Todos sentimos algo amenazador. La gente se encuentra en un estado de pánico a niveles subconscientes. Y ese pánico se refleja en vastas (guerras de estrellas), y guerras por toda la faz de la tierra. A penas la válvula de la olla de presión del subconsciente se abre un poquito, esto sale como la caja de Pandora. Es el fracaso para transformar los componentes íntimos del Ser.

La inarmonía interna resulta un caos interior. Y todavía decimos (¿Qué puedo hacer? No hay punto de vista más allá de mis intereses personales, por lo que no puedo hacer nada). 

Pensemos en el tiempo antes de la iluminación eléctrica, o antes de que Einstein nos diera su fórmula E=MC2, siendo E la energía; M la masa, C el cuadrado de la velocidad de la luz. Decimos que esos fueron tiempos oscuros. Pero hoy no conocemos más sobre la aprisionada luz de Dios dentro de nosotros, que lo que se conocía hace siglos acerca de las más elementales fuerzas físicas.

Está tan cercano y próximo. Todavía nos hallamos al borde de la autodestrucción, a causa de que nos hemos permitido a nosotros mismos decir que Dios está en el pasado o en el futuro, pero nunca lo suficientemente cerca para tener la aplicación práctica de la curación de nuestras almas. 

Hay fuerzas espirituales dentro de nosotros – dentro de todo átomo y de toda célula – dentro del fuego de nuestro corazón. 

Si pudiéramos descubrir que son estas fuerzas, podríamos conocer como el fervoroso y ardiente  fuego blanco del amor meditativo que puede estallar ese átomo del yo propio y liberar la energía que ha estructurado los mundos, a creado y no creado el vacío. Eso puede iniciar una revolución de luz. Y puede hacer a la era de acuario realmente una era de paz e iluminación. 

Los ciclos de la propia conciencia de Dios e mueven en periodos de dos mil años (2000). En cada ciclo de dos mil años hay un amanecer de una gran luz. 

En la era de Aries, la tradición judía nos enseño a comprender a DIOS PADRE, la persona individualizada de Dios que Moisés experimento como YO SOY EL QUE SOY. 

El periodo de dos mil años, marcado con la llegada del Avatar Jesús el Cristo, fue la dispensa Pisciana que intento darnos la comprensión de Dios como Hijo. 

Y así, mediante la reencarnación, vida tras vida estuvimos intentando adquirir la conciencia de Dios Padre y Dios Hijo. Ahora, como sentimos los vientos de la era de Acuario, encontramos sobre nosotros la energía del Espíritu Santo en muchas formas. Nuevos sonidos, nuevos ritmos, nueva ciencia, nueva tecnología y sobre todo nueva libertad. 

La Era de Acuario es el momento de comprender la energía y su conquista de tiempo y espacio, mediante la polaridad perfecta de los principios masculinos y femeninos del universo: Espíritu (Cielo), Materia (Tierra). Las lenguas divididas del fuego que descendieron sobre los discípulos el día de pentecostés son estas flamas gemelas del Dios Padre- Madre, las cuales nos dieron el impacto, la Energía, el control del flujo creativo. 

Este descenso del Espíritu Santo es una fuerza tremenda, es amor intenso. Y esta acción de Amor (AMOR- ACCIÓN) es transmutadora, esto es, cuando la energía fluye a través de nosotros, es capaz de recrearnos después de la imagen del YO REAL. 

Así como Jesús se puso hasta la puerta abierta al logro de la conciencia Cristica, en los dos mil años del siglo Pisciano, así es el maestro Acuariano SAINT GERMAIN que viene hoy a iniciarnos en el sendero de la libertad del alma, mediante el Sagrado Fuego del Espíritu Santo que nombramos como la llama violeta. 

La llama violeta es la energía de la liberad. La gente que es libre, tiene la luz violeta brillando inconfundiblemente en sus auras. 

La llama violeta es también una energía de Misericordia, Perdón y Trasmutación.

TRANSMUTACIÓN


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La transmutación significa cambiar, alterar en forma, apariencia o naturaleza. 

El término fue usado por los alquimistas medievales que intentaron transmutar metales básicos en oro, separando lo (sutil de lo grosero) por medio del calor.

Eso es precisamente lo que la energía del Espíritu Santo hace.

Es una emanación tangible del fuego espiritual, que realmente (funde) los elementos de nuestro subconsciente (con ferviente calor), como dice la biblia.

Esta es la manera de deshacer problemas psicológicos, molestias emocionales, registros del pasado.

No tenemos que regresar por medio de la hipnosis o regresión. Se envía el Fuego de Amor a través del Espíritu Santo, y todo comienza a cambiar por la alquimia de la llama transmutante.
 

El uso científico de la llama Violeta en esta Era, ha sido dable gracias a San Germain, quien ofreció la Llama Violeta (guardada por muchos miles de años en su propio corazón) como un ímpetu de energía luminosa, de modo que podríamos experimentar con la alquimia de la autotransformación por medio del Fuego Sagrado.

La llama violeta ha sido siempre usada en los retiros interiores de la hermandad. Hasta entonces, ha sido reservada para unos pocos privilegiados -esos iniciados que eran encontrados merecedores- miembros de (sociedades secretas), o comulgantes de llama en (escuelas de misterios).

Loa antiguos alquimistas escudriñaron minuciosamente en textos cifrados, en busca de la mística piedra mágica de los filósofos. Ellos pasaron toda su vida tratando de descifrar el misterio de esta (piedra), la cual simbolizó (la transmutación de la mas baja naturaleza animal en la más elevada y Divina).

Los alquimistas teosóficos se deleitaron en la visión de una (Llama Secreta). La codiciada Piedra Filosofal, (La piedra que no es piedra), no era física sino espiritual.

Ahora (gracias a Saint Germain) es posible a cada uno empezar a experimentar la acción de ese fuego de sacrificio (El Fuego Violeta) pasando sobre las páginas de los registros subconscientes de sus encarnaciones sobre la tierra. El Fuego Violeta es el Sagrado Fuego (Secreto). Penetra Él en los más recónditos lugares de nuestra mente y memoria, Él llega, barre con todo, y con un estallido despeja el polvo de siglos. Línea por línea, letra por letra, la llama inteligente, luminosa, dirigida por la mente de Dios, libera las energías, electrón por electrón, de nuestro pasado mal uso del Fuego Sagrado, reestableciendo así los recursos naturales de la luz interior.

Isaac Newton observo que un rayo de luz solar, cuando pasaba a través de un prisma, se separó en los siete colores del arcoíris: rojo, naranjo, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Luz visible que es solo una pequeña porción de un espectro magnético de frecuencias o longitudes de ondas, el cual incluye ondas de radio, radiación infrarroja y rayos ultravioletas, rayos X, rayos gama, rayos cósmicos. Hoy los científicos conocen de sesenta a setenta octavas de luz.

El Violeta, con la más corta longitud de onda, tiene la más alta frecuencia en el espectro visible, y es el punto de transición a la próxima octava de luz. Este color trascendental y transicional era para los antiguos un fenómeno mas bien espiritual que físico.

Cuando los soldados de Pílatos trenzaron la Corona de espinas para Jesús, (rey de los judíos), colocaron sobre sus hombros un manto púrpura. El púrpura llegó a simbolizar el (sufrimiento) místico, sacrificio y penitencia. Y el violeta fue designado para las vestiduras litúrgicas durante las ceremonias de purgación y cuaresma.

Detrás de las escenas del color y luz visibles, místicos de todos los tiempos, en Oriente y Occidente, han vislumbrado un (espectro espiritual). Colores radiantes, más puro y raros que los de la tierra, emanan de una brillante luz blanca (interior) que es de naturaleza Divina.

En una llama de fuego el Ángel del Señor se apareció a Moisés. 

Basado en esta experiencia, Moisés dijo a los hijos de Israel: (¡El Señor tu Dios es un fuego que consume!). 

Y Jesús el Cristo resumió su misión en estas nueve palabras: (Yo he venido a enviar Fuego sobre la tierra) (Lucas 12:49). 

San Juan de la Cruz fue íntimamente trasformado en la (Llama viviente del Amor). (Tal es la actividad del Espíritu Santo en mi alma), escribió Él. (Los actos interiores que Él produce, hacen brotar llamas
porque ellos son actos de Amor inflamado). 

La llama Violeta es específica del Espíritu Santo, antídoto que resuelve los engaños del pseudo yo y aún las leyes de vejez y muerte. Es el cumplimento de la profecía de Dios, de su propia ley de transmutación. (aunque tus culpas sean como escarlata, ellas serán tan blancas como la nieve; aunque ellas sean rojas como el carmesí, ellas serán como la lana). 

La llama violeta restaura la perfección divina natural del alma, y su deseo original de ser uno solo con Dios. 

(El hombre es un microcosmos, una representación en miniatura del cosmos. Así como hay un vasto espacio entre los planetas y el sol, así hay un vasto espacio entre los electrones y el núcleo dentro de cada átomo y dentro de cada célula del cuerpo y de la conciencia). 

Los átomos de la conciencia han llegado a estar contaminados al punto que ahora nuestro ambiente (aire, tierra, agua) no solo se encuentran contaminados con sustancias químicas, sino también con nuestros propios pensamientos y sentimientos. 

La contaminación física es solo un efecto de la contaminación mental y emocional. Por lo tanto, para resolver el problema de la contaminación es preciso restaurar el flujo nativo del Espíritu santo. (todos los problemas de la economía, la ecología y el gobierno pueden ser resueltos dice Saint Germain, si tomáis tan solo diez minutos cada día para ir dentro de vosotros mismos a encontrar el propio Dios interior, para meditar y usar la ciencia de la palabra hablada mediante la cual canta el mantra de la libertad:  


                      YO SOY UN SER DE FUEGO VIOLETA

                      YO SOY LA PUREZA QUE DIOS DESEA



(Este es mi mantra el que os doy como iniciación dentro de la Era de Acuario).

¿Qué significa iniciación? Significa que Dios nos imparte como individuos un incremento de luz o energía, las cuales entran en nuestras almas y nos dan un empuje, un impulso, una conciencia, una idea, un despertar. Es como viento en nuestros veleros.

El sagrado Nombre YO SOY libera el fuego encerrado en el núcleo del átomo permanente del Ser.

¿Recuerdas cuando Moisés estaba en la montaña y había una zarza ardiente? Moisés entendió a Dios como fuego, revelado como una energía. Entonces el Señor Dios salió de esa energía y se convirtió en una persona y habló con Moisés.

Desde fuera de la llama que ardía sin consumirse, la Voz habló a Moisés ordenándole sacar a (su pueblo de Egipto). Pero ello implicaba mucho más: liberar a Israel y a todos los hombres de la  esclavitud del materialismo y de un falso sentimiento de libertad. La primera reacción de Moisés fue decir (no estoy preparado). (¿Quién diré que me envía?). 

La resonante palabra que respondió es la palabra que resuena en nuestro propio Ser Interior: 

(YO SOY EL QUE SOY. YO SOY QUIEN SOY. YO SOY EL QUE SERÁ. OM TAT SAT OM.

El nombre de Dios YO SOY EL QUE SOY, es la clave para la energía.

Cada vez que use (YO SOY) está afirmando (DIOS ESTÁ EN MI). Es la afirmación del verdadero Yo. Libera el fuego del corazón para cumplir el destino, la misión para que a sido enviado. Es más que se denomina comúnmente (pensamiento positivo).

YO SOY es una palabra cargada; cargada con el poder del núcleo de su Ser. Cuando usted dice (yo estoy bien, soy feliz, estoy íntegro), el fuego sale con ímpetu y hace un ciclo a través de su mente, corazón y alma. Y cuando expresa lo contrario, usted mismo crea las consecuencias.

Por el libre albedrío que nos fue concedido, si usted no ejercita el poder de la palabra hablada, será una isla en mar de llamas. La llama es desconocida hasta que usted la hace suya.

¡Hay una creatividad ilimitada en la Llama Violeta! Ella libera la energía de acuario en usted – toda la creatividad del Espíritu Santo. Ella libera el Amor y la disciplina de los fuegos creadores. La Llama Violeta liberará en usted todo lo que jamás imagino como conciencia, enseñanza y maestría propia. Es la clave.

Abarca todo porque ella transmuta la escoria que impide el flujo de esta estupenda Luz del Espíritu Santo.

Cualquiera sea su campo, cualquiera sea su llamado, usted puede tomar el sonido, el ritmo, la energía, la palabra y sentirse usted mismo más y más libre.

Es la propia infinita conciencia de Dios que usted a ganado y que estaba en su interior.

¿Qué hacer con ello?

No es suficiente mostrarlo simplemente bajo la luz del día.

Ejecutemos la orden del creador (Gen1:28): “Toma dominio sobre la tierra”

¡Conquistemos la tierra!